Su historia


TRABAJO DEL ALUMNADO DE 6º DE PRIMARIA:

Búsqueda de información sobre la Historia de Beas.

Beas se encuentra asentada sobre una pequeña colina de unos 123 metros de altura, en las proximidades del arroyo de Trigueros. Respecto a su origen la hipótesis tradicionalmente sostenida por los historiadores indica que pudo deberse al cruce de dos tradicionales vías: una procedente del sur, de Trigueros, que conduce hacia las tierras del Andévalo y la Sierra y, por otro lado, una vía agropecuaria que conduce desde el Condado de Niebla al oeste, hacia las tierras fronterizas de Portugal. Esta hipótesis acerca del origen del pueblo debido a un cruce de caminos ya fue sostenida en el siglo XVI por el historiador Rodrigo Caro, para quien el topónimo Beas sería una derivación de la voz latina "Veas" o "Vehas", haciendo alusión a un lugar de paso o cruce de caminos.
En cambio, otros estudios más recientes enraízan la voz Beas con el vocablo mozárabe "Vea", que significa vega o lugar fértil, haciendo alusión a las ricas y fértiles huertas que siempre han existido en el lugar, junto al arroyo de Trigueros.
El urbanismo original del pueblo obedeció al esquema de los pueblos camineros, es decir, fue extendiéndose siguiendo los caminos a partir de la cota más alta, la ocupada por la iglesia. La zona más antigua del pueblo es la situada entre la iglesia y el arroyo de Trigueros, con calles con un trazado más o menos serpenteante. Por el contrario, las calles situadas en la zona alta del pueblo y que con un trazado más o menos rectilíneo confluyen en la plaza, nacieron con posterioridad, entre los siglos XVI y XIX.
Existen vestigios de poblamiento en el período Neolítico y Calcolítico (Dolmen de El Labradillo y Dolmen de Soto). De la edad del Bronce hay testimonios de asentamientos en la zona sur del término (enterramientos, ajuares, cerámica, hachas, etc.)
En el municipio también se han encontrado restos de época romana en las proximidades de la Fuente de San Benito, que debieron pertenecer a una villa rústica de la época Bajo Imperial. También han sido hallados otros vestigios en Clarines y en las cercanías de las Casas del Pilar y la Cerca.
De la presencia árabe se encuentran restos en Matahijos (botellas, cuencos, ajuares). El hecho de que esta necrópolis, ya totalmente destruida, estuviese cerca del núcleo de Beas, hace suponer que este pueblo ya existía en esas fechas.
Las primeras referencias escritas sobre Beas las encontramos tras la conquista castellana del reino de Niebla en 1.262. La nueva organización del Concejo de Niebla establecida por Alfonso X, incluía en la jurisdicción de esta ciudad a la entonces aldea de Beas, así como a otro núcleo, ahora desaparecido, San Benito del Álamo.
En diciembre de 1.342, Alfonso XI hizo donación de Beas a D. Juan Alonso de la Cerda, señor de Gibraleón, pasando nuevamente, a la muerte de aquél, a la jurisdicción de Niebla, integrándose en el señorío de don Juan Alonso de Guzmán, señor de Sanlúcar de Barrameda. Así se mantuvo hasta la desaparición de los señoríos del Antiguo Régimen en el siglo XIX.


En el siglo XIV se inicia la construcción de la Iglesia de San Bartolomé, de trazado gótico mudéjar. En el año 1.503 el pueblo cuenta con 437 vecinos, experimentando en ese siglo un importante crecimiento económico, que se mantendrá en las primeras décadas del siguiente, gracias al floreciente negocio de la exportación de vino hacia tierras americanas. El siglo XVI también marcará los primeros momentos en que los parajes de Candón, Fuente de la Corcha y Navahermosa, actuales aldeas de Beas, comienzan a ser poblados por vecinos de Valverde del Camino.
En la segunda mitad del XVII y la primera del XVIII se produce un retroceso generalizado de su economía y población (guerras de Portugal y sucesión). A ello se unirán las graves consecuencias del terremoto de Lisboa de 1.755.


Con los cambios políticos tras la aprobación de la Constitución de Cádiz de 1.812, Beas alcanza el estatus actual de municipio. Tras la desamortización de los bienes de la iglesia, al final del siglo XIX, se acometen importantes reformas del trazado viario, aprovechando la venta de la parcela ocupada por el hospital de Santa María de Gracia. También en este siglo, los colonos de Candón consiguen que los baldíos que cultivaban pasen a su propiedad.
En los siglos XIX y XX se produce una gran explosión demográfica y urbana, ampliándose considerablemente el casco urbano de la población de Beas. También se mejoran las comunicaciones con el ferrocarril de San Juan del Puerto a Minas del Buitrón y nuevos firmes y trazados de las carreteras. A mediados del siglo XX, como consecuencias de la guerra civil, se produce una disminución considerable de la población y una gran depresión económica que causa hambrunas y necesidades básicas de sus habitantes. Muchos beasinos buscarán mejores perspectivas de vida en tierras lejanas de Europa, Cataluña y otras regiones.
Tras la entrada de la democracia y hasta nuestros días se ha venido produciendo una mejora cualitativa y cuantitativa de la calidad de vida. Se acometen una gran cantidad de obras civiles (mejora de calles, edificios municipales, colegios, servicios de agua potable, saneamiento, caminos rurales, etc.), y se produce un impulso importante en la vida cultural y social (creación de numerosas asociaciones, actividades deportivas, talleres diversos, etc.).





 

HISTORIA DE BEAS

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Los orígenes de esta población se remontan al Paleolítico Medio , según testimonian los restos arqueológicos que se han descubierto en zonas como El Arrollo San Benito ,Arroyo Candón entre otros . Durante la Edad de Bronce pudo existir en la zona Sur un hipotético asentamiento.
Se han hallado restos romanos , la existencia de sepulturas romanas de poca entidad y casi destruidas en la actualidad . De época islámica son los testimonios materiales aparecidos en algunas tumbas de la zona próxima a Matahijos situada a un kilómetro y media del sur del núcleo urbano . La proximidad de esta Necrópolis , hace sospechar la existencia de algún poblamiento árabe en el actual emplazamiento de Beas . Tras la Reconquista , Alfonso X el Sabio concede fueros y privilegios sobre el antiguo Reino de Niebla . A partir de la Guerra Civil que enfrentó a Pedro I el Cruel a Enrique de Trastamara , Beas y Trigueros ambas aldeas de Niebla , pasaron momentániamente a Alfonso Pérez de Guzmán a mediados del siglo XV formaban otra vez parte del Condado de Niebla con carácter permanente . El estatus administrativo de Beas se mantendría invariable durante la Edad Moderna . Con el final del Antiguo Régimen , Beas alcanza su estatuto actual del Municipio .


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